Capítulo 7

Vamos a ver, no he podido reescribir toda la historia que ya tenía escrita, pero no quería haceros esperar ;)

Así que aquí os dejo el capítulo (:

Espero que os guste.

PD: resulta que en la muñeca no tenía nada grave, y que la he tenido un par de días vendada, y ya está en condiciones de seguir escribiendo:D
Agradezco mucho los comentarios que hicisteis en  la anterior entrada, me dieron ganas de esforzarme y me tiré anoche un buen rato y pude completar otros tres capítulos xD

***

Cuando está a unos escasos 3 cm sus labios de los míos pienso, ¿pero que haces estúpida? Lo conoces de unos escasos 2 días y ¿piensas darte con él tu primer beso? No.

Me alejo de él mirándolo y disculpándome con los ojos.

-Debo irme a dormir y descansar-digo en voz alta, alejándome y yendo a mi lugar, cerca de la hoguera.

No pude dormir mucho en lo que quedó de noche, no dejaba de darle vueltas a que él me quería besar…pero también pensando en ¿por qué él se incorporó al ejército de Melie? ¿Y por qué estaba el día que nos capturaron como la guardia real de mi hermana? Eso, no lo había explicado…

-Arriba todos-dice Arturo para despertarnos todos, desayunamos, y evité mirar a Brian y lo conseguí.

-Continuemos, recojamos, al final del día llegaremos a Lylith-digo.

Recogimos todo y nos pusimos en marcha.

-¿Qué te pasó anoche? Viniste a dormir bastante rato después de que acabara tu turno- dice Carol, me giro y veo que me está mirando con una ceja levantada y con una sonrisilla, me sonrojo visiblemente y ella se ríe.

-Cuando acabó mi turno, estuve hablando con Brian de que los seres del bosque habían cambiado… y –aquí le dejo que vea mis recuerdos y pensamientos en ese momento, pues no soy capaz de explicarlo.

-Umm, la verdad es que yo si fuera tu tampoco lo hubiera besado, pero ¿de verdad nunca te has besado con nadie?-dice incrédula. Yo me sonrojo más aún.

-No, nunca.-respondo secamente.

-Alguna vez tendrá que llegar-dice y deja de hablar.

El resto del viaje se desarrolló sin ningún contratiempo y al llegar realicé el conjuro secreto, para poder abrir la puerta de entrada, soy la única que lo sabe del grupo, porque padre solo se lo ha dado a gente en concreto.

-Vamos-digo alegre de estar aquí de nuevo.

-Princesa, por fin ha llegado-dice uno de los guardias que custodian la puerta una vez abierta.

De reojo veo como Brian y Eric miran todo, impresionados.

-Sí, avisad a mi padre, por favor-digo alegremente-decidle que vamos a ir a verle.

-En seguida-responde formalmente.

-Vamos, debemos de ver a mi padre-le digo a los demás y nos encaminamos a la sala de reunión.

-¡Padre!-digo alegre al verle, que ya nos está esperando.

-Mi niña, por fin, me preocupaste mucho cuando me llegó tu mensaje-dice con el ceño fruncido.

-Tranquilo, al final no ocurrió gran cosa, los tres soldados que nos capturaron nos comprendieron y nos dejaron, uno de ellos dijo que se quedaba en La Oscuridad porque tenía su familia allí y le borramos la memoria con su permiso, y los otros dos se han unido a nosotros-digo alegremente.

-Estos son Brian y Eric-digo- Brian era teniente y Eric soldado y ambos han elegido amablemente venir con nosotros-digo formalmente- claro está después de formular el conjuro de fidelidad-le digo al haber olvidado ese detalle.

-Muy bien hija…¿Y cómo está la ciudad?-pregunta tristemente.

-Padre, eso te lo diré después en privado ¿vale?-le pregunto.

-Claro, id a descansar, mañana será un nuevo día-dice saliendo de la sala.

-Claudio-digo llamando a uno de mis sirvientes- lleva a Brian y Eric a unos aposentos para que descansen-le ordeno.

-Claro, nos alegramos mucho de que haya vuelto sana y a salvo-dice sinceramente.

-Gracias Claudio, tenía ganas de llegar, y alejarme de toda esa oscuridad, aquí reina una paz esperanzadora-le digo sonriendo.

-Vamos, os llevaré a unos aposentos libres-dice alejándose con Brian y Eric.

Una vez salen de la sala, le digo a Carol:

-¿Empezamos mañana con el entrenamiento de magia no?-

-Claro-dice alegre de volver a la antigua rutina- y Arturo, tú también darás clases de magia, para por lo menos que te salga bien el conjuro de ilusión.

-Vaaale-dice cansinamente y los tres empezamos a reírnos, felices.

-Buenas noches, mañana a las 10 aquí ¿vale?-pregunto.

-Claro-dicen los dos y nos vamos cada uno a su aposento, para descansar.

Entro y me cambio la ropa de combate, rota por el arañazo del Hulack y me pongo el camisón que utilizo para dormir y me meto rápidamente en el lecho, pues hace esta noche mucho frío, utilizo el conjuro y enciendo la pequeña chimenea que tengo en mi cuarto, para que se caliente un poco la habitación. Y en nada caigo profundamente dormida.